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miércoles, 20 de noviembre de 2013

exposicion en el 8vo. congreso internacional del congreso de acompañamiento terapeutico en Mexico

EL ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO, DESAFIOS DE UNA PROFESION Antes de comenzar se hace necesaria una presentación Comenzamos con Coordinación e Investigación del Acompañamiento Terapéutico (C.I.A.T). en el año 2008, como respuesta en primer momento a la generación de una demanda real de profesionales, que hasta el momento era generada a partir de las necesidades de las obras sociales o empresas de internación domiciliaria, que no siempre era una demanda certera sino que se trataba de una demanda que partía de un encuadre absolutamente asistencial, y también, como decíamos, en respuesta a la gran cantidad de cursos que existían, de variada intensidad y orientación, cursos que iban desde los 2 meses a los 3 años, presenciales, semi presenciales y a distancia, avalados por ministerios o por organizaciones no gubernamentales, que se dictaban en clubes, hospitales o en casas particulares, que eran completamente dictado por psicólogos, (sin intervención de otro profesional de la salud mental) o se lo presentaba como auxiliar de otra profesión, ofreciendo el curso como orientado a…, o peor aun la profesión era ejercida por estudiantes avanzados de psicología que, sin haber pasado jamás por algunas de las formaciones anteriores, se lo creía o aun se lo cree, capacitado para ejercerla, todo este intrincad panorama convivía (y aun convive, aunque más solapado) en la provincia de Buenos Aires y particularmente en la ciudad de La Plata, por esto pensamos en que sería prudente hacer un análisis del terreno en el cual nos íbamos a insertar y poco a poco le dimos forma a un curso alternativo, curso este que no ofrecía ninguna “orientación” alguna, más que la de la interdisiciplina y la inserción del acompañante terapéutico en ella, fue así que con el tiempo se fue posicionando en la ciudad, y poco después en la provincia de Buenos Aires, tanto que logramos un reconocimiento del ministerio de salud de la provincia de Buenos Aires, y que poco a poco nos comenzaron a dar espacios para pasantías institucionales, necesarias para completar la formación, importante es decir que estas pasantías las realizamos en un 100% en instituciones públicas, demostrando la efectividad clínica donde realmente se necesita y como el profesional puede adaptarse a las situaciones más extremas que puede ofrecer esta realidad, pasado un tiempo el recorrido de la asociación nos posiciono de tal manera que nos llamaban para cubrir casos por esto armamos una bolsa de trabajo, fuimos convocados para intervenir dando ideas para mejorar los pagos en Obras sociales, y a generar espacios de trabajo nuevos y mejores para los profesionales egresados. En este contexto venimos andando, y en este andar comenzamos a ver que los casos no eran sostenidos por un tiempo prudencial, nos abocamos al estudio de un ”por qué” y de ese estudio pudimos descubrir que el abandono de los casos se concatenaba con la formación previa del Acompañante terapéutico, y se basaba en que el 98% de estos eran estudiantes de psicología, y que estos en el devenir de la tarea de acompañantes terapéuticos, se recibían de psicólogos, por ende abandonaban la tarea de acompañante terapéutico para realizar la psicólogo, decisión esta que nos parecía por demás acertada ya que estos profesionales de base eran estudiantes de psicología y, que según habíamos notado, nunca habían dejado de serlo ni aun trabajando de acompañantes terapéuticos, ante semejante descubrimiento lo primero que pensamos es “debemos cambiar la manera de formar acompañantes terapéuticos”, pero notamos que algunos de nuestros socios formados en otras instituciones estaban en la misma situación, decidimos, entonces buscar y seguir buscando y profundizar más nuestro estudio, las conclusiones nuevas fueron que: Los estudiantes de psicología elegían formarse como acompañantes terapéuticos, por varias razones: 1. Rápida salida laboral que les permitiría financiarse parte de sus estudios. 2. Pasantías en lugares que la universidad no tenia, o si las tenia eran solo para algunos alumnos. 3. Tener acceso a profesionales de la salud mental y así acceder a recomendaciones que le permiten trabajar como psicólogos. 4. Acceder a su currículo una pasantía en salud mental. 5. Y otras razones más particulares. Pero a muy pocos les interesaba y por razones obvias, seguir trabajando de a.t., por esto creímos necesario profesionalizar aun mas al acompañamiento terapéutico y pensamos en recurrir al ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, para poder armar una estructura de formación que contemple el profesionalismo que los nuevos retos nos imponían, armamos una comisión de debate acerca de los contenidos curriculares entre los principales y más importantes actores que forman o representan a los acompañante terapéutico en la Provincia de buenos Aires. Por otro lado una nueva realidad imponía una reestructuración en la formación de acompañante terapéutico, esta era la existencia de una ley nacional de Salud mental 26657/10, mas aun la incorporación de la figura del acompañante terapéutico en esta ley, que en su Capitulo V art. 12 nos dice…”La prescripción de medicación solo debe responder a las necesidades fundamentales de la persona con padecimiento mental y se administrara exclusivamente con fines terapéuticos y nunca como castigo, o para suplir la necesidad de acompañamiento terapéutico…”, pero a su vez revestía de una urgencia inusitada, cabía la pregunta ¿a qué acompañante terapéutico hacia referencia la ley 26657/10?, al que se formaba en 2 meses, al que lo hacía en 10 o el que hacia un curso intermedio en una universidad nacional, o al psicólogo que hace las veces de acompañante terapéutico? no lo especificaba ¿y si no lo hacía era porque todos ellos estarían incorporados o ninguno?, en la Argentina no existe una ley nacional que contemple la figura del acompañante terapéutico, hay, si algunas provinciales pero que no alcanzan, solo sirven para poner un límite geográfico en la profesión, mas no en la formación. El trabajo de concientización acerca de una necesaria formación de grado, fue ardua, nos encontramos con muchos escollos, trabajamos desde la coyuntura, armando congresos, charlas, dando debates en toda la provincia, con el convencimiento de que la hora es esta y no otra, y que nos encuentra siendo protagonistas, por esto nos incorporamos al equipo armado en el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, donde fuimos invitados, y desde allí comenzamos a hacer oír nuestra voz, un poco en soledad al principio, se armaron asignaturas se creó un perfil y por último se dieron los contenidos, esta tarea no fue fácil, tuvimos que ceder espacios para ganar otros, convencidos que esta tecnicatura será la puerta de entrada para la profesionalización definitiva del acompañante terapéutico, estamos orgullosos de haber pertenecido a este lugar histórico y paradigmático para el acompañante terapéutico. Creemos que con la extensión que lleva esta formación curricular que denominamos Tecnicatura en acompañamiento terapéutico, con una formación de una 1800hs, aproximadamente, se profundizaría la profesionalización y dedicación en el acompañamiento terapéutico, haciendo, así, un camino de ida al desarrollo de una profesión que ya se gano un lugar en la salud mental. Por último, bogamos por una formación de acompañantes terapéuticos por acompañantes terapéuticos, donde ninguna otra profesión presuponga idoneidad en el campo clínico de este, es la única manera de comenzar a ser una profesión real y seria y no un satélite de escape para otros profesionales, que utilizan al acompañamiento terapéutico como un campamento de espera a la oportunidad que le permita realizarse en la carrera universitaria que estudio, ayudaría un poco, tal vez, el comenzar a leer libros que en su portada se lea la palabra acompañante terapéutico antes del nombre del autor. Muchas Gracias

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